Te presumo mío, y
te anillo entre mis dedos despuntando tus llanuras y valles bajo los labios de
la dulzura, y recorro tu tierra sedienta y expectante, asombrada y calma entre
intensos sabores.
Te llevo conmigo, pues te robo a pedazos para rearmarte y contemplarte, para celosa guardar tus secretos bajo mi almohada, y acariciar tu cuerpo cuando despunte el alba.
Te destruyo y construyo, para probarte y probarme, para descubrir tus manos y tu fuerza que cohesiona mi pecho, para volver a mirarte y dibujarte sin tener que abrir mis ojos.
Corazón de gigante, bendices mis besos que azarosos caen a tu cuerpo, sintiendo sólo como mis labios dejan sentir, amándote más allá de lo que te conozco. Y te entrelazas en mis ideales, irrumpes como péndulo de acero las paredes de mi concavidad latente, traspasando las intenciones y los sentimientos, encerrando mis sentidos bajo tu certera percepción.
Te llevo conmigo, pues te robo a pedazos para rearmarte y contemplarte, para celosa guardar tus secretos bajo mi almohada, y acariciar tu cuerpo cuando despunte el alba.
Te destruyo y construyo, para probarte y probarme, para descubrir tus manos y tu fuerza que cohesiona mi pecho, para volver a mirarte y dibujarte sin tener que abrir mis ojos.
Corazón de gigante, bendices mis besos que azarosos caen a tu cuerpo, sintiendo sólo como mis labios dejan sentir, amándote más allá de lo que te conozco. Y te entrelazas en mis ideales, irrumpes como péndulo de acero las paredes de mi concavidad latente, traspasando las intenciones y los sentimientos, encerrando mis sentidos bajo tu certera percepción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario