Es primera vez que amo!! - le decía la
ratita al gato negro, mientras jugueteaba con su largo y frondoso bigote y se
paseaba coquetamente cerca de su cuello. "¿Crees que el mundo entenderá
nuestro amor?, ¿crees que estamos preparados para decirles a los otros animales
que estamos juntos?" – continuó.
El gato la miró con ojos de ternura, la
tomó con su hocico sin causarle daño, y la dejó caer suavemente para abrazarla
con su blanca y acolchonada pata. “No lo cuestiones tanto preciosa, deja que
esto fluya” dijo.
La ratita entonces suspiró y pegó la vista
al infinito. El gato entonces aprovechando el silencio producido, le preguntó:
"¿Por qué estás conmigo ratita?".
La ratita sonrió, le hizo un cariño con su
cola, y le dijo: “mi lindo gato negro, estoy contigo porque en el mundo de las
ratas, nadie es tan hermoso como tú, tan transparente, tan osado, tan tierno,
tan apasionado, porque nunca había vivido lo que he vivido contigo, aunque en
forma quizás sí, lo profundo de la compenetración me ha hecho saber que las
diferencias físicas no son nada. Y aunque tú seas gato y yo rata, simplemente
por que ahora nos tocó vivir así, en estos cuerpos, el amor se respira más puro
aún. Somos tan complementarios que las diferencias en apariencia se vuelven nada.
Potenciamos la esencia del espíritu, purificando las diferencias formales,
exaltando las vibraciones del alma y reintegrando nuestra energía en una
evolución constante. Quién dice que en otra vida yo no fuese gata y tu ratón?.”
Absorto en las dulces palabras de la ratita, el gato negro dio un largo suspiro y cayó dormido bajo la oscura noche.
Absorto en las dulces palabras de la ratita, el gato negro dio un largo suspiro y cayó dormido bajo la oscura noche.
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