martes, noviembre 10, 2009

Mi Alma Gemela

Nunca antes había sentido la perfección de las almas, esa tranquilidad de sentirme segura, plena, acogida, viva, yo en todas mis formas. Esa tranquilidad de sentirte seguro, pleno, acogido, vivo, tú en todas tus formas.

Somos conmutativos e hipersensibles a los cambios en cada uno. Todo nos afecta para bien o para mal. No hay reacción que pase desapercibida, presentamos una real necesidad del otro, de sentir el bienestar del otro, de saber que vamos creciendo a la par.

Nos potenciamos en todo ámbito, y sacamos lo mejor y lo peor de cada uno, teniendo en nuestras manos la llave de la perfección divina.

Me alientas a cada instante a seguir creciendo, y revolcarme en mis juegos de niña, gozando de cada estímulo, palpando los bríos de la risa y los vértices de los sueños.
Me haces ir más allá de lo imaginable, en un estado pleno de alegrías y sorpresas.

Revelas de mis rincones más ocultos mis placeres, mi sentido pleno de lo divino, esa luz que nos envuelve y nos conecta con el universo. Potenciamos nuestra energía y entregamos vida a nuestro entorno, somos creadores, gestores, centros únicos de lo más puro que podemos ser capaces de proyectar.

Continúo asombrada por este camino a tu lado, como no queriendo despertar de algo tan ansiado.
Me impresiona la potencia de sentir que junto a ti todo es posible. Aquella complicidad de saber que puedo soñar, y que mis sueños no se contraponen a los tuyos, y que son posibles de realizar. Esa paz combinada con esa fuerza desbordante para seguir construyendo nuestro futuro, porque empezamos el camino correcto, porque el universo nos ha premiado al encontrarnos, y somos responsables de hacer este mundo mejor, nuestro mundo.