Esos momentos, cuando las
preguntas revolotean sobre mis sienes, y el letargo invita a no pensar, son
millones de agujas las que me clavan los sentimientos, y decenas de margaritas
que deshojo en el juego del amor.
Me das, te doy, me quitas, te quito, como montaña rusa van subiendo y bajando los delirios mentales, mientras las mariposas hacen estragos en mis entrañas.
Doy respuestas inventadas a cuestionamientos apasionados, construyo mis propias hipótesis, y realizo un diálogo permanente, no hay más interlocutor que yo misma, siendo tú el receptor pasivo y ausente. Pero estás, te lo aseguro, eres el fantasma que me ronda en vigilia incesante.
Me enfrento tímida a tu voz que te provoca con ácidas palabras, para retarme a mi misma, a mis continuas dudas….pero no me resulta, respondes a veces como no quiero!.
Y deshojo margaritas nuevamente…
Te quiero…aquí conmigo… necesito reconocer tu mano sobre mi pelo aunque no me toques, aunque no me beses, soñar con tu lengua voraz lamiendo los atajos del susurro. Saber que estás, aunque no estés, percibirte en el revoloteo del aire que respiro, y hacerte mío, tan mío que no necesite estar contigo con esta locura que ahora siento. Cerrar los ojos por la noche y sentir tu beso tibio al despuntar el alba para comenzar un nuevo día, un nuevo verso en tu boca, un nuevo paso en este camino que provocas.
Sólo tres pétalos le quedan a la última margarita…
Y espero…en esta espera que me resulta tan larga, tan exhaustiva, tan ahogante... que me aprieta la garganta como si el aire me faltara, como si el respiro fuera el verte, y tu beso libertad a mi opresión. Cual marioneta desde el cielo, mueves a tu antojo los brillantes hilos de mis más extremos sentimientos….y me mantienes viva, anhelante y expectante a tu próxima movida.
Cae el último pétalo de la última margarita, y a viva voz, recito: me quiere!
Me das, te doy, me quitas, te quito, como montaña rusa van subiendo y bajando los delirios mentales, mientras las mariposas hacen estragos en mis entrañas.
Doy respuestas inventadas a cuestionamientos apasionados, construyo mis propias hipótesis, y realizo un diálogo permanente, no hay más interlocutor que yo misma, siendo tú el receptor pasivo y ausente. Pero estás, te lo aseguro, eres el fantasma que me ronda en vigilia incesante.
Me enfrento tímida a tu voz que te provoca con ácidas palabras, para retarme a mi misma, a mis continuas dudas….pero no me resulta, respondes a veces como no quiero!.
Y deshojo margaritas nuevamente…
Te quiero…aquí conmigo… necesito reconocer tu mano sobre mi pelo aunque no me toques, aunque no me beses, soñar con tu lengua voraz lamiendo los atajos del susurro. Saber que estás, aunque no estés, percibirte en el revoloteo del aire que respiro, y hacerte mío, tan mío que no necesite estar contigo con esta locura que ahora siento. Cerrar los ojos por la noche y sentir tu beso tibio al despuntar el alba para comenzar un nuevo día, un nuevo verso en tu boca, un nuevo paso en este camino que provocas.
Sólo tres pétalos le quedan a la última margarita…
Y espero…en esta espera que me resulta tan larga, tan exhaustiva, tan ahogante... que me aprieta la garganta como si el aire me faltara, como si el respiro fuera el verte, y tu beso libertad a mi opresión. Cual marioneta desde el cielo, mueves a tu antojo los brillantes hilos de mis más extremos sentimientos….y me mantienes viva, anhelante y expectante a tu próxima movida.
Cae el último pétalo de la última margarita, y a viva voz, recito: me quiere!
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