De sueños y desvelos

A penas te conozco y parecieran años, y es tanto lo que te pienso que me resultas indispensable, como el sentido del oído para el ciego.
Pero me faltas…esa necesidad de introducirme en ti, de conocerte y saber qué otras sorpresas tienes tejidas en tu interior, cuántas maravillas eres capaz de entregar, cuántas melodías podrás cantar en mi oído y cuán tuya lograrás que yo sea.

Son tan ilógicos los sentimientos, tan arraigados, tan explosivos, tan desesperados que necesitan respuesta. Me marea tu voz, navego en ella, una y otra vez, y doy vueltas por cada una de tus letras. Te extraño…y para remediarlo me conecto a ti desde todos mis sentidos, como para dibujarte, materializarte, y besarte con mi alma.

Eres tan transparente que me resultas incluso más misterioso.

Y escudriño para dar respuesta en todo lo que nuestro contacto pudo hacer historia, de esas que hacen volar las mentes infantiles antes de ir al sueño y continuar el cuento, de esas donde la perfección del relato hacen que sean mágicas y únicas. Me descubro en cada palabra, sabiendo que no fui causante de tan hermosa melodía.

Respiro hondo para liberar las ansias, sonrío y le doy espacio al silencio.