ERES

Eres mi presente, mi futuro, y todo lo que aprendí de mi pasado.

Eres la continuidad del camino a mi perfección.

Eres el mismo camino y también el árbol que da sombra a mi descanso.

Eres el agua que me da vida, transparente y vital, que me sacia la sed,

que me limpia y refresca cada vez que me siento desfallecer.

Eres el fuego que me enciende, el que me recorre iluminado,

y me proyecta hacia lo divino, el fuego que me abriga

y me da calor cuando siento que el frío congela mis huesos.

Eres el aire que respiro, el que me sopla al oído,

el que me acompaña a toda hora, eres el fundamento de vida,

el que me hace soñar y volar hacia lo perfecto.

Eres la tierra que me da certeza, sabiduría y fecundidad,

que me alimenta y me deja descansar.

Eres la mano que me toma para no caer, el hombro que me deja llorar,

el oído que me escucha, los ojos que me ven, la boca que me aconseja,

y el corazón que me ama.

Eres el secreto revelado, la concreción de mi felicidad,

el umbral de esta dimensión,

y la trascendencia hacia la vida eterna.